En el marco del Día Internacional de la preservación de la Capa de Ozono, Kimberly-Clark Professional reporta una reducción del 58% en la huella hídrica regional, alcanzando su meta 2030.
En Colombia, la planta de Barbosa (Antioquia) logró un 96% de desvío de residuos y redujo en un 29% la huella hídrica.
Iniciativas como el Hospital de Dispensadores y Baños Cambian Vidas han evitado más de 36 toneladas de plástico nuevo al año y beneficiado a 6,5 millones de personas en la región.
En el marco del Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, Kimberly-Clark presentó sus avances más recientes en materia de sostenibilidad. A nivel regional, la compañía alcanzó una reducción del 58% en su huella hídrica, logro obtenido cinco años antes de la meta trazada para 2030. En Colombia, la planta de Barbosa (Antioquia) se consolida como referente, con resultados como el desvío del 96% de los residuos del vertedero, una reducción del 29% en la huella hídrica, una disminución del 11% en las emisiones de carbono y la reutilización del 81% del agua en los procesos. Además, el 98% de las fibras utilizadas en su producción provienen de materiales reciclados, reflejando un compromiso constante con la economía circular.
Cada 16 de septiembre, el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono conmemora el Protocolo de Montreal de 1987, un punto de inflexión en la lucha contra el deterioro ambiental y recordatorio de la necesidad de mantener el ritmo de acción global. En línea con este compromiso, la compañía tiene iniciativas como el Hospital de Dispensadores, que reacondiciona equipos de higiene para reincorporarlos al mercado, evitando 36 toneladas de plástico nuevo al año.
“El Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono nos recuerda que la cooperación global sí funciona. Experiencias como la reducción anticipada de la huella hídrica, el Hospital de Dispensadores o Baños Cambian Vidas muestran que la economía circular y la innovación en materia de impacto social generan beneficios reales para las personas y el planeta”, explicó José Toledo, Gerente de sostenibilidad de Kimberly-Clark para Latinoamérica.
Cada mes, cerca de 475 toneladas de residuos de papel se convierten en compost para la agricultura, mientras que la reducción de plásticos sumó 196 toneladas solo en el 2024. Además, desde 2003, más de 1.000 árboles han sido sembrados en Colombia para proteger cuencas y ecosistemas. La sostenibilidad también se refleja en la dimensión social: con el programa Baños Cambian Vidas, la organización y sus aliados han transformado la vida de más de 6,5 millones de personas en la región, incluyendo 190.000 en Colombia, a través de acceso a agua potable, saneamiento e higiene.
Así como el Protocolo de Montreal logró revertir un daño ambiental sin precedentes, los desafíos actuales exigen la misma determinación. Los avances en circularidad, reducción de plásticos y acceso al agua demuestran que la sostenibilidad ya no es una aspiración, sino una realidad que avanza gracias a la acción colectiva.
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