CABALLOS DE FUERZA PRESENTA EL VIDEO DE “DESIERTO”, UNA CANCIÓN QUE LE CANTA A LA MELANCOLÍA Y AL DOLOR.

El video “Desierto, Capítulo II” dirigido por Kondor, Co fundador de la banda, será la primera entrega de los 11 capítulos que tendrá este proyecto audiovisual, y que se irán descubriendo en 2023 y 2024.

Tres años después del lanzamiento de este sencillo, la banda colombiana presenta ante el mundo el video de uno de los sencillos mas importantes de su carrera. “Desierto” es una canción que transita por los sentimientos más crudos de una persona cuando despierta y se da cuenta de que lo ha perdido todo, acompañada de un coro íntimo y lento con guitarras y baterías acústicas, evoca sonidos de artistas clásicos como Phil Collins, Caifanes o Toto.

La propuesta de Caballos de Fuerza va más allá de la música, pues se mezcla también con la fotografía, las artes plásticas, el cine y el activismo. Es por eso que este video deja de ser solo un agregado de la canción y se convierte en el primer capítulo de una película musical.

 

La historia detrás del video

Su protagonista se llama Julián Hernández, un joven que fue golpeado e inconsciente despierta en la mitad de un pueblo abandonado, en sus manos una fotografía, la primera de varias pistas que lo llevaran a encontrar los restos de una terrible venganza.

“El video de “Desierto” se planteó como el primero del disco… al escribirse sirvió de base e inspiración para realizar un largometraje. Quisimos hacer una historia para cada canción del álbum y fue una decisión que fluyó y se fue construyendo con influencias cinematográficas de películas como “interstelar 5555” de Daft Punk, “Amores perros” de Guillermo Arriaga y Alejandro G. Iñarritu o “Magnolia” de Paul T. Anderson”.

Los personajes pueden inspirarnos porque están construidos a partir de carne y hueso. Tremendamente reales, podrían servir tanto de patrones narrativos como psicológicos. Como nosotros mismos, todos son fuertes y frágiles al mismo tiempo y están llenos de contradicciones, complejidades y miedos.

¿Y quién es Julián?

Es un joven pobre que vive con su madre, es abandonado por su padre a los 5 años. Desistió del colegio para trabajar y ayudar a su madre a sostener el hogar pero un día, una de sus tías más cercanas residente en Argentina les regaló los tiquetes para irse a visitarla, y así buscar nuevas oportunidades en ese país. Así fue, después de un tiempo su madre María Eugenia consiguió trabajo en un salón de belleza mientras que Julián comienza a reunirse con malas amistades que lo llevan a la delincuencia.

En la primera fiesta del barrio Julián conoce a Marcela Rodriguez y se acuesta con ella, dejándola embarazada de Stevens, su único hijo. Ella decide abandonarlos como consecuencia de sus adicciones, lo que lleva a Julián a buscar una forma de llevar a su hijo, que además es inválido, a conocer el mar. Es por eso que acepta realizar un asesinato a cambio de un Renault 12 y 14.000 pesos argentinos, allí empieza su tragedia.

“Al ser una producción totalmente independiente nos embarcamos en una locura, realizamos la grabación a punta de pasión y truques para obtener el equipo técnico y cinematográfico, Solo 5 personas en set, una cámara y una comida por día… una experiencia que nunca olvidaremos pues nos enseñó a construir historias sin un gran presupuesto o equipo técnico”, comenta Kóndor.

El sentimiento de la canción

“Desierto” nace de la tristeza que sentimos cuando alguien nos abandona, el dolor que sentimos cuando perseguimos a alguien que no quiere estar a nuestro lado, la incertidumbre de esos momentos, metas y sueños que ya no se harán realidad.

“Siempre compongo para sacar lo que siente mi corazón, es una necesidad, nunca pienso en qué pensarán los demás o si les gustará, si la canción está muy larga o tiene mucha letra, me gustaría que si alguien está pasando por alguna situación similar se identifique y esto le ayude a sacar esa tristeza, a caminarla y entenderla”, concluye Kóndor.