La Regencia es un término que acuña el período entre el reinado de Jorge IV (también llamado el príncipe Regente), quien asumió la corona tras la imposibilidad de George III de llevar la dirección del imperio y la llegada al trono de Victoria. Se considera un proceso de transición entre la era Georgiana y la Victoriana, por lo que también se puede llamar como era “pre-victoriana”. Aunque muchos la suscriben entre 1811 y 1820, la verdad es que esta se extiende de 1795 hasta 1837.
Este recorrido histórico no sólo describe los movimientos de la corona británica, sino también el de una sociedad que vivía como en un sueño perenne. Las fiestas, la juventud y la euforia por el romanticismo no sólo se apoderó de la arquitectura y la cultura en general, sino también se apropió de la moda, movimiento que quedó marcado para siempre como estilo regencia.
Una de las escritoras que ha pasado a la historia como la cronista oficial de la época fue Jane Austen, autora de grandes obras como Orgullo y Prejuicio, Sensatez y Sentimiento, Persuasión, Lady Susan, Emma y Sanditon. Todas no sólo se consagraron en la literatura, sino que también llegaron al cine y la televisión en reiteradas ocasiones. Por ejemplo, el 6 de mayo, a las 8:00 pm, el canal de televisión Films & Arts estrena una miniserie basada en Sanditon, el último ejercicio literario de Austen, que quedó inconcluso tras su fallecimiento a los 41 años.
La producción, dirigida por Andrew Davies, sigue el viaje de la impulsiva y poco convencional Charlotte Heywood, quien busca descubrirse a sí misma y encontrar el amor en sus propios términos. Charlotte Heywood es la joven hija de un granjero, ingenua pero culta. Después de un accidente fortuito, deja su casa y viaja a Sanditon, una tranquila ciudad costera que pretende convertirse en el sitio de moda. Tom Parker, el anfitrión, está desesperado por conseguir los apoyos que le permitan construir los balnearios, los hoteles y las tiendas que transformen Sanditon en el nuevo Bath (el lugar de la aristocracia de la época), especialmente porque si no, perderá la inversión de Lady Denham, que es quien maneja el dinero allí.
A lo largo de ocho episodios, la miniserie expondrá las agendas ocultas de sus personajes cuya fortuna depende del éxito comercial de Sanditon. Personas como el empresario visionario Tom Parker, la heredera mestiza Miss Lambe y el carismático pero complicado Sidney Parker.
Con esta apuesta, Austen vuelve a la palestra de las producciones románticas e inspiradoras. Si, por allá en 1995 la autora generó una gran euforia con las adaptaciones de sus obras Sensatez y Sentimiento y Emma, ahora es el momento de vivir sus historias con matices sexuales y más liberales. Esa licencia que tomó Davies para darle los matices de modernidad a la obra de una de las feministas más importantes de la literatura británica, se transmitió rápidamente a la aparición de la Regencycore, que no es más que el vertiginosa crecimiento de los fanáticos por todo lo que tiene referencia a esa época y que ya invadió las grandes pasarelas, las tiendas de fast fashion y, por supuesto, los closet de hombres y mujeres apasionados por la moda.
Si bien el movimiento se inició con la llegada de la serie Bridgerton (cuyo sex symbol Regé-Jean Page ya anunció su retiro de la producción), el arribo de Sanditon ha logrado posicionar en la audiencia el interés por los vestidos tipo imperio; el uso de perlas, plumas y corsés, así como los vestidos camiseros, el uso del algodón y los estampados de flores. Todos elementos que ya vemos en las vitrinas y propuestas de las firmas de moda.
Desde Simone Rocha para H&M, pasando por Magnetic Midnight, Zara, Erdem, Valentino y hasta Loewe han presentado sus colecciones con elementos de la época, causando furor en las principales ciudades europeas, pues la fanaticada sigue buscando prendas y accesorios para lucir semejantes a sus nuevas musas de las series de la regencycore.
Así regresa el brillo de Jane Austen a imponer no sólo el auge de sus historias románticas, sino también una manera de vestir y de andar por calles y avenidas.
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