En un país donde más del 60 % de los hogares conviven con mascotas, el duelo animal se vuelve una realidad cotidiana. Este libro ofrece herramientas a quienes sienten que perdieron a un miembro de su familia y no saben cómo procesar ese vacío.
A través de rituales, meditaciones y ejercicios energéticos, el libro permite resignificar la partida de una mascota como una experiencia de conexión y crecimiento interior. Una propuesta innovadora para vivir el duelo desde la conciencia espiritual, no desde el sufrimiento.
Hay pérdidas que no se gritan, pero duelen igual. Hay duelos que se viven en silencio, porque muchos aún no los consideran “válidos”. Así es perder a una mascota: un dolor profundo que muchas personas atraviesan sin permiso para llorarlo, sin espacio para hablarlo y sin guía para entender lo que sienten.
Para quienes han amado incondicionalmente a un perro o un gato —y hoy sienten que les falta una parte del alma—, nació De Patitas en el Cielo, el primer libro de Paula Andrea Gil, terapeuta energética que decidió transformar su experiencia personal en un acto de amor colectivo.
Más que un libro, ‘De Patitas en el Cielo’ es un refugio emocional. Un espacio íntimo que guía a quienes han perdido a su mascota por un camino de comprensión, conexión espiritual y sanación energética. No hay frases vacías ni consejos genéricos: hay vivencias reales, herramientas prácticas y una profunda compasión por ese dolor que rara vez se dice en voz alta.
“Nuestras mascotas son esos ángeles de cuatro patas que llenan nuestra vida de luz, no solo durante su tiempo en la Tierra, porque lo que nos dejan trasciende la vida e incluso la muerte”, afirma la autora.
Publicado por Editorial Planeta, este libro propone ejercicios, rituales, meditaciones guiadas y prácticas energéticas inspiradas en sesiones reales de duelo animal. Paula Andrea ha acompañado a cientos de personas en Colombia, México, Estados Unidos, Chile y España que sentían un vacío inmenso tras despedirse de sus mascotas. Las herramientas que ofrece son el resultado de esos procesos, vividos desde el respeto, la espiritualidad y el amor incondicional.
Un dolor cada vez más común en los hogares colombianos
Hablar del duelo animal ya no es un tema marginal. En Colombia, el vínculo humano-animal se ha fortalecido al punto de convertirse en parte esencial de la vida familiar. Según las últimas encuestas del DANE, el 60% de los hogares en el país conviven con al menos un perro. Bogotá lidera esa cifra, con un 25% de los hogares que reportan tener perro o gato, seguida por Cali, con un 18%.
El fenómeno se intensifica en zonas como Cota, donde el 59,7% de las familias tiene mascotas, y el 75,5% de ellas convive con al menos un perro. Incluso dentro de Bogotá hay localidades con una fuerte presencia de animales en casa: Bosa (45%), San Cristóbal (44,9%) y Santa Fe (40%) encabezan el listado. Son millones de personas que comparten su cotidianidad con seres que no hablan, pero dicen todo con la mirada, con el movimiento de la cola, con esa fidelidad silenciosa que solo se comprende cuando se vive.
Y cuando ese vínculo se rompe por la muerte, el duelo es real. Es desde allí que De Patitas en el Cielo se convierte en un mapa emocional para reencontrarse con los recuerdos, liberar las culpas y agradecer lo vivido.
“Este libro no busca despedirse de ellos, sino invitarte a vivir con el corazón lleno de gratitud, amor y apertura, porque al final, ellos siempre estarán con nosotros ‘De Patitas en el Cielo’”, afirma Paula Andrea.
Una propuesta terapéutica y espiritual que abraza el alma
La autora, certificada en técnicas como Talk to the Animals y creadora de las Cirugías Cuánticas, construyó esta obra desde su propia despedida: la pérdida de Aloha su perrita fue el detonante emocional que le dio origen a esta guía, nacida entre lágrimas, memorias y aprendizajes energéticos.
Cada página del libro es un testimonio de sanación. A través de prácticas sencillas pero profundas, Paula Andrea invita a honrar el amor vivido, a reconocer la conexión espiritual con los animales y a soltar el dolor desde la gratitud, no desde el olvido.
En un país donde millones consideran a sus mascotas parte de la familia, este libro llega para ofrecer lo que muchas personas no encuentran: una voz que entiende, un lenguaje compasivo y una guía para volver a respirar sin culpa.
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